Un buen amigo, fanático del fútbol y admirador de aquellos jugadores habilidosos y con visión total de juego, me explicaba que una condición indispensable para poder jugar bien al fútbol es que se disponga de un buen campo de juego. Y todos, o casi todos, somos capaces de distinguir un campo donde los jugadores se lucen de aquel otro conocido futbolísticamente como un “potrero”.
A diferencia del fútbol, en logística no es necesario inventar jugadas imposibles como el mejor “diez” de un equipo europeo, en logística las tareas principales son variadas y específicas y se realizan un gran número de veces al día. Por lo tanto, es fundamental disponer de un “buen campo de juego”, con lo cual se puede lograr el objetivo de conseguir la máxima eficiencia con el coste óptimo.
La ventaja de tener un buen campo de juego frente a uno que no lo es, la respuesta es muy sencilla: ahorrar tiempo. Y ahorrar tiempo significa ahorrar dinero y por lo tanto ahorrar costes.
Si además de tener “un buen campo de juego”, disponemos de un buen “cerebro”, es decir, un bien Sistema de Gestión, ya tenemos más de la mitad del partido ganado.
Hoy se fabrica cualquier producto en cualquier parte del mundo y se consume en todo el planeta. Esta situación ha favorecido el incremento de la logística y que a ésta se la considere un pilar básico a nivel mundial.
Este desarrollo logístico favorece el crecimiento de los operadores, que son especialistas, mientras que las empresas con logística propia van progresivamente externalizando su logística a los operadores logísticos, centrándose de esta forma en sacar el máximo beneficio a su negocio, y dejando la logística en manos de los especialistas.
La decisión de externalización de la logística no se produce por un fenómeno de simpatía o por que sea una situación que está de moda. Se realiza por una reducción en el coste manteniendo el nivel de servicio acordado. Y en un sector extremadamente competitivo, es una condición fundamental disponer de un “campo de juego” óptimo para obtener el mejor resultado.
Las estrellas del fútbol tienen como objetivo conseguir “el balón de oro” y en logística lo fundamental es “responder a la demanda del cliente obteniendo un óptimo nivel de servicio al menor coste posible”, ninguno de estos objetivos puede alcanzarse sin un campo de juego adecuado, que este bien marcado, sin orificios y donde todos los jugadores puedan trabajar sin riesgos.
En estas condiciones ya no puede haber excusas y por lo tanto, hay que ganar el partido.
¿Quién es nuestro experto?
Supply Chain Manager en National Oilwell Varco
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