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Mitigando el riesgo de los proveedores: estrategias y retos

La función de compras juega un papel destacado en la cadena de suministro y, por tanto, en la exposición al riesgo del negocio. Es decir, el riesgo de que algo vaya mal en la relación con los proveedores es a su vez un riesgo directo para la producción y la ventas y, por tanto, para el corazón del negocio.

Ciertamente todo es incierto (perdón por la licencia en el juego de palabras 😉), pero existen factores clave que, una vez analizados, pueden reducir las posibilidades de disrupciones en el abastecimiento.

En este artículo abordamos las principales estrategias para conseguir mitigar este riesgo tan importante en el área de compras y planteamos cuáles son los retos más importantes respecto a la gestión de riesgos en la cadena de suministro.

¿Qué significa mitigar el riesgo de los proveedores?

En el ámbito de compras, mitigar el riesgo de los proveedores implica identificar, evaluar y minimizar todos aquellos riesgos asociados con los proveedores que podrían impactar negativamente en la cadena de suministro y, por tanto, en la operativa y en los resultados económicos de la empresa.

Esto abarca desde la selección y evaluación inicial de proveedores hasta la monitorización continua y la gestión de relaciones a largo plazo, asegurando que los riesgos financieros, operativos, de calidad y de cumplimiento estén controlados y desarrollando planes de contingencia para asegurar la continuidad del suministro. Aspectos como el compliance y la seguridad juegan también un papel fundamental en la mitigación del riesgo.

La importancia de mitigar el riesgo y sus beneficios

La importancia de una gestión de riesgos eficaz radica principalmente en su capacidad para proteger a la empresa contra interrupciones imprevistas de las operaciones y asegurar la calidad y entrega de productos y servicios, haciendo posible nada más y nada menos que la continuidad del negocio.

Los beneficios de una adecuada mitigación de riesgos incluyen la reducción de costes por ineficiencias o fallos en la cadena de suministro, la mejora en la satisfacción del cliente gracias a la consistencia en la calidad y tiempos de entrega, y la preservación del valor de la marca frente a posibles escándalos o fallos de cumplimiento.

Además, al anticiparse a los problemas antes de que ocurran, las empresas pueden establecer medidas proactivas que contribuyan a una operativa más estable y predecible.

Tipos de riesgos de los proveedores

Los riesgos asociados con los proveedores pueden clasificarse en varias categorías, pero hemos elegido simplificarlo en 5 categorías: riesgos financieros, operativos, regulatorios/éticos, geopolíticos y otros riesgos externos.

Riesgos financieros

Tienen que ver con la capacidad económica del proveedor para ofrecer sus productos y servicios de forma estable.  La falta de liquidez del proveedor puede obligar al proveedor a un endeudamiento que aumente su riesgo. Además, el incumplimiento de determinadas regulaciones financieras (quizá incluso por desconocimiento) puede suponer multas al proveedor que le dañen financieramente. Por último, la volatilidad en los mercados en un sector determinado puede poner también en aprietos a los proveedores menos preparados a nivel financiero. En todo caso, cualquiera de estos factores puede afectar la capacidad del proveedor para cumplir con sus compromisos contractuales.

Riesgos operativos

Este tipo de riesgos incluye posibles problemas de demoras, falta de calidad o falta de capacidad de los proveedores, poniendo en problemas las operaciones de la empresa. Las disrupciones en las entregas suelen darse por problemas en la logística y el transporte o incluso en los procesos internos del proveedor. La entrega de productos o servicios defectuosos pueden generar también graves problemas de calidad posteriores para la empresa, especialmente si no son detectados desde el inicio. Por otra parte, para empresas en crecimiento, es muy importante que los proveedores sean capaces de escalar su abastecimiento para que no haya rupturas de suministro que lastren el ritmo de crecimiento.

Riesgos regulatorios y éticos

Tienen que ver con los posibles incumplimientos legales y éticos por parte de los proveedores. Este tipo de riesgo puede que no causen un impacto directo en las operaciones de la empresa, pero puede tener un impacto reputacional con graves consecuencias. El cumplimiento de las normativas medioambientales es especialmente importante a este respecto, debido a la mayor consciencia actual del impacto del cambio climático.  Por supuesto, las leyes en materia de contratación y condiciones de lo empleados también tienen mucha relevancia, especialmente en lo que se refiere a condiciones abusivas o de explotación.

Riesgos geopolíticos

Los riesgos geopolíticos hacen referencia a problemas derivados del país del proveedor como las políticas gubernamentales, las limitaciones al comercio, etc. Este tipo de riesgos puede tener un impacto tremendo en los proveedores y, por tanto, es necesario estudiar bien el marco-país del proveedor.

Otros riesgos externos

El número de riesgos que pueden afectar a los proveedores es casi ilimitado. Aspectos como el fraude, el robo, los desastres naturales, etc. pueden resultar interesantes de analizar para determinados sectores o países.

Estrategias y tácticas para mitigar el riesgo de proveedores

La gestión de riesgos de proveedores suele seguir varias etapas, como ya describimos en su momento de forma genérica en este artículo de nuestro blog  pero en esta ocasión, nos gustaría hacer referencia a estrategias y tácticas mucho más concretas para mitigar el riesgo de proveedores:

Evaluación detallada de riesgos

Realizar evaluaciones de riesgo completas para identificar posibles vulnerabilidades dentro de la cadena de suministro. Se evalúan sus productos/servicios, el nivel de dependencia, la salud financiera, el track record, el riesgo-país, cumplimiento ESG, etc. Incluye la realización de auditorías periódicas sobre los diferentes aspectos.

Diversificación de proveedores

Reducir la dependencia de un solo proveedor diversificando las fuentes de suministro. En caso de empresas en crecimiento, es conveniente buscar cerrar contratos de aprovisionamiento flexibles, que permitan realizar cambios en volúmenes y plazos ante situaciones imprevistas, incluso con penalizaciones en caso de no poder cumplir las expectativas. La diversificación geográfica también suele ser importante para mitigar el riesgo-país o de catástrofes naturales.

Colaboración con los proveedores

Establecer relaciones sólidas y transparentes con los proveedores para mejorar la comunicación y la colaboración. La colaboración puede incluir la impartición de formación específica sobre aspectos regulatorios y éticos sensibles para la empresa. Es importante que cualquier aspecto de la colaboración quede bien reflejado a nivel contractual para que no haya malentendidos.

Uso de tecnología y herramientas digitales

Implementar soluciones tecnológicas avanzadas, como nuestro software integral de gestión de compras Avanti, para mejorar la visibilidad y la capacidad de respuesta ante los riesgos.

Invertir en seguridad

Fomentar que los proveedores implementen sistema de seguridad que eviten el fraude y los robos y establecer sistemas de control (físicos y digitales). Disponer de seguros que protejan a la empresa en caso de fraude o robo. Actualmente, el robo de datos es casi tan o más importante que el robo de producto, por lo que la seguridad tecnológica es también crucial.

Desarrollo de planes de contingencia

Preparar planes de acción para responder de manera efectiva ante interrupciones inesperadas en la cadena de suministro.

Los 4 retos de la gestión del riesgo en la cadena de suministro

Según Boston Consulting Group en su artículo “Two Keys to Success in Supplier Risk Management” existen 4 retos principales en la gestión del riesgo en la cadena de suministro:

1. Establecer transparencia a través de los subniveles de proveedores

Obtener una visión clara y completa de la cadena de suministro es fundamental para identificar y mitigar riesgos ya que el riesgo de disrupción se incrementa al incrementar los subniveles, como muestra el siguiente gráfico de BCG.

Fuente: Boston Consulting Group

2. Priorizar riesgos para su seguimiento

Distinguir entre los riesgos más críticos para el negocio y aquellos con un impacto menor. Según BCG, existen más de 30 tipos de riesgos, pero intentar abordarlos todos conlleva demasiado esfuerzo de análisis y mitigación. En este sentido, aconsejan centrarse en aquellos que podrían tener un impacto mayor en el negocio, los cuales se deben detectar en colaboración con todas las áreas de la empresa.

Fuente: Boston Consulting Group

3. Desarrollar algoritmos personalizados para la predicción de riesgos

Utilizar herramientas digitales para analizar datos y prever posibles interrupciones. Según BCG, la compra de informes de mercado no es una táctica adecuada en la actualidad porque generalmente contienen información demasiado desactualizada. Actualmente, existen herramientas digitales que permiten introducir inputs particulares por parte de las empresas en algoritmos que emiten informes de riesgo en tiempo real.

4. Integrar la función de gestión de riesgos dentro de la organización

Asegurar que la gestión de riesgos sea una parte integral de la estrategia corporativa y las operaciones diarias. Desde BGC sugieren que no existe suficiente conocimiento a nivel de las empresas sobre gestión de riesgo y que es necesario que se dé una colaboración efectiva entre Compras y el resto de áreas, con el objetivo de que los expertos en riesgo faciliten información útil que pueda ser compartida con el resto de stakeholders y poder así establecer los planes de contingencia necesarios.

El futuro de la gestión del riesgo de proveedores

Mirando hacia el futuro, parece que la gestión del riesgo de proveedores continuará evolucionando hacia un enfoque más integrado y tecnológicamente avanzado. La adopción de herramientas digitales debería convertirse en una práctica estándar, ofreciendo a las empresas una mayor capacidad para predecir, identificar y responder a los riesgos de manera más eficiente.

En última instancia, aquellas empresas que logren implementar estrategias de mitigación de riesgos efectivas no solo protegerán sus operaciones contra posibles interrupciones, sino que también se posicionarán para lograr un crecimiento sostenible y competitivo en el mercado.

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