Dos casos llamaron la atención hace apenas un año sobre un cambio relevante en el panorama de compras en Europa. En mayo de 2024, dos empresas chinas se retiraron de una licitación para un proyecto solar en Rumanía tras una investigación de la Comisión Europea sobre posibles subsidios estatales. Solo unos meses antes, en febrero, la Comisión había abierto otra investigación por la participación de una compañía china en una licitación ferroviaria en Bulgaria, aplicando por primera vez el nuevo Reglamento de Subvenciones Extranjeras.*
Estos movimientos no fueron anecdóticos. Eran indicios de una posible tendencia estructural: Europa estaba empezando a priorizar a sus propios proveedores. No está claro si fue una medida anticipatoria al giro proteccionista que se avecinaba en EE.UU. pero parece que se trata de una estrategia que ya venía gestándose con mucha anterioridad desde Bruselas. En cualquier caso, la estrategia «Buy European» ya está ganando tracción, y las reglas del juego están empezando a cambiar con los nuevos acontecimientos geopolíticos.
¿Y tú, cómo estás comprando hoy? ¿Cuántos de tus proveedores son europeos? ¿Estás preparado para justificar tus elecciones frente a nuevas exigencias políticas y regulatorias?
Este artículo te explica qué es realmente el enfoque «Buy European», por qué está ganando fuerza en Bruselas y, sobre todo, cómo puedes anticiparte para tomar decisiones estratégicas en tus procesos de compra.
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Toggle¿Qué es el enfoque “Buy European”?
«Buy European» es una estrategia emergente, impulsada desde Bruselas, que busca reducir la dependencia de proveedores extracomunitarios en sectores considerados críticos para la seguridad y la autonomía estratégica de Europa. Aunque no se trata de una ley formal, diversas iniciativas, programas de financiación y directrices están orientadas a incentivar a gobiernos y empresas a priorizar la adquisición de bienes y servicios producidos dentro del bloque comunitario.
Esta estrategia se manifiesta especialmente en sectores como:
- Tecnologías verdes (baterías, paneles solares)
- Microelectrónica
- Defensa y ciberseguridad
- Salud y farmacéutica
No obstante, los últimos movimientos proteccionistas en EE.UU., especialmente durante la administración Trump y reactivados en la campaña de 2024, están generando una presión adicional para que Europa amplíe este enfoque a otros sectores.
El objetivo: fomentar el consumo local, fortalecer la industria europea y reducir vulnerabilidades estratégicas en un entorno global cada vez más competitivo.
Las motivaciones: soberanía y resiliencia
La pandemia y la guerra en Ucrania expusieron la fragilidad de las cadenas de suministro globales. Desde mascarillas hasta semiconductores, Europa descubrió su dependencia de terceros países para bienes esenciales. A esto se suma la creciente tensión geopolítica con China y la incertidumbre sobre el futuro de las relaciones transatlánticas con EE.UU.
Además, el auge de políticas proteccionistas en Estados Unidos, como la Ley de Reducción de la Inflación (IRA) y los incentivos fiscales para fabricantes locales, ha generado preocupación en Bruselas por la pérdida de competitividad industrial. La reacción europea no se ha hecho esperar: el enfoque «Buy European» es también una forma de contrarrestar ese desplazamiento de inversiones y reforzar la autonomía estratégica.
El resultado: una renovada prioridad política por la resiliencia, la autonomía estratégica y la capacidad de producción interna. «Buy European» se presenta como una herramienta para lograrlo.
Cambios regulatorios: el nuevo marco para las compras
La estrategia «Buy European» es difícil de sostener sin cambios estructurales en la normativa de contratación. Si las empresas europeas deben competir en igualdad de condiciones, Bruselas necesita dotar a los compradores de herramientas legales que respalden esta nueva prioridad política. De esta forma, aunque el principio de libre competencia sigue vigente, las instituciones europeas parece que están modificando las reglas del juego para favorecer a proveedores que aporten valor local o estratégico al continente. Por ejemplo:
- Instrumento de Contratación Internacional (ICI): se trata de una herramienta que permite a la Comisión Europea excluir de licitaciones públicas a empresas de países que no ofrecen acceso recíproco a sus propios mercados. Un ejemplo de su aplicación es la investigación lanzada contra CRRC Qingdao en Bulgaria, la cual se inició bajo este marco regulatorio. Su objetivo es fomentar la equidad en el comercio internacional y proteger a las empresas europeas frente a la competencia desleal.
- Mecanismos de subvención selectiva: programas de financiación, como los fondos NextGenerationEU o el Fondo de Innovación, que condicionan el acceso a subvenciones al hecho de que la producción tenga lugar dentro del territorio europeo o esté alineada con intereses estratégicos de la UE. Por ejemplo, las convocatorias del Fondo de Innovación han sido clave en proyectos de hidrógeno verde y baterías, donde se ha primado a los consorcios con socios mayoritariamente europeos.
- Requisitos de trazabilidad y origen: normativa que obliga a detallar el origen geográfico de los componentes clave en los productos o servicios adquiridos, dificultando la participación de proveedores con cadenas de suministro opacas o excesivamente dependientes de países terceros. Un ejemplo se vio en la licitación solar en Rumanía, donde la Comisión exigió total transparencia sobre el origen de los módulos fotovoltaicos, lo que motivó la retirada de empresas chinas investigadas por subvenciones estatales.
Estos cambios afectan tanto al sector público como a empresas privadas que participan en proyectos financiados con fondos europeos, así que, como responsable de compras, esta tendencia va a estar en tu tejado.

Impacto directo en las decisiones de sourcing
Esta tendencia hace que las decisiones de sourcing en general deban ser revisadas teniendo en cuenta el origen de los bienes y servicios. Desde materias primas hasta bienes de equipo, pasando por productos acabados, todos los niveles de la cadena de suministro están expuestos a posibles nuevas regulaciones y decisiones políticas en esta dirección.
Esto genera un nuevo trilema difícil de resolver simultáneamente:
- Coste: proveedores europeos tienden a ser más caros, lo que impacta directamente en los márgenes y la competitividad de los productos.
- Riesgo: depender de proveedores fuera de la UE, especialmente en regiones con inestabilidad geopolítica, puede traducirse en interrupciones en el suministro, exposición a sanciones o falta de control sobre estándares de calidad.
- Cumplimiento normativo: los nuevos marcos regulatorios y las condiciones para acceder a financiación pública o ganar licitaciones exigen que el origen de los productos sea europeo o trazable, lo que limita opciones tradicionales y requiere mayor transparencia.
Este trilema exige al área de compras realizar ajustes estratégicos en sus matrices de evaluación. Mejorar un eje (por ejemplo, cumplimiento) puede implicar sacrificar otro (como el coste). Por tanto, cada decisión debe evaluarse desde una perspectiva de equilibrio entre sostenibilidad financiera, riesgo operativo y alineación política.
Nuevas estrategias de procurement
Para adaptarte a este nuevo contexto, como profesionales de Compras deberíamos comenzar a aplicar estrategias diferentes, o al menos tenerlas en el radar. No son novedosas, pero vuelven a cobrar relevancia:
Inversiones conjuntas: alianzas con fabricantes europeos para asegurar producción local de componentes críticos.
Reevaluación del mapa de proveedores: priorizando proveedores dentro del espacio Schengen o países con acuerdos de asociación estrechos.
Contratación por «clústeres regionales»: agrupando proveedores europeos por especialidad o cercanía.
Modelos de “friendshoring”: reubicación de compras a países aliados, incluso si no son europeos, pero que comparten marcos regulatorios similares.

Casos reales y ejemplos de adopción
Es difícil saber el número de empresas que ya están teniendo en cuenta este viraje estratégico hacia las compras a proveedores europeos, pero la tendencia se está viendo claramente en algunos sectores que ya están liderando esta transición:
- Automoción: fabricantes como Renault y Stellantis han firmado acuerdos para producir baterías en Francia y Alemania, reduciendo la dependencia de Asia.
- Farmacia: iniciativas de relocalización de principios activos, antes fabricados casi exclusivamente en India y China. Por ejemplo, Francia ha lanzado un plan nacional para recuperar la producción de más de 50 principios activos considerados esenciales, con incentivos a empresas locales como Seqens o Pierre Fabre para instalar o ampliar plantas dentro del país.
- Defensa: adquisiciones conjuntas a través del Fondo Europeo de Defensa priorizan a proveedores europeos.
Aunque estos casos no son necesariamente extrapolables al resto de sectores, sin duda muestran que «Buy European» no es una quimera política lejana, sino una transformación real que ya está en marcha.
Riesgos y críticas
Aunque la estrategia tiene respaldo institucional, también despierta preocupaciones relevantes que no deberíamos pasar por alto:
- Proteccionismo: algunos socios comerciales, como EE.UU. (hasta hace poco tiempo) y Japón, consideran que este enfoque puede distorsionar el comercio global. Esto podría traducirse en represalias comerciales, aumento de aranceles u obstáculos diplomáticos que perjudiquen las exportaciones europeas.
- Costes inflados: relocalizar la producción dentro de Europa conlleva inversiones significativas, mayores costes laborales y logísticos. Esto impacta directamente en los precios de adquisición y puede tensionar los objetivos de rentabilidad.
- Capacidad limitada: en muchos sectores clave, Europa no cuenta todavía con proveedores capaces de escalar la producción o competir tecnológicamente con sus homólogos asiáticos o americanos. Esto puede llevar a una menor diversidad de opciones, dependencia de pocos actores y riesgo de cuellos de botella.
Antes de rediseñar la cadena de suministro, es fundamental evaluar estos factores con un enfoque equilibrado. No se trata solo de cumplir una nueva directriz política, sino de entender cómo estos riesgos pueden afectar la resiliencia, el coste y la sostenibilidad de las decisiones de compra.
Comienza a ponerte al día con esta tendencia
Como decíamos con anterioridad, para navegar este nuevo escenario, los departamentos de compras deben tomar un rol más estratégico que nunca. Así que, como responsable de Compras, puedes comenzar por entender cómo puede afectarte a ti esta tendencia política:
- Haz una auditoría del origen actual de tus compras: ¿qué porcentaje del gasto proviene de proveedores extracomunitarios?
- Mapea tu riesgo normativo: identifica procesos de compra vulnerables a cambios regulatorios. Es posible que tengas alguno.
- Establece indicadores de «soberanía de suministro»: por ejemplo, % de compras realizadas en la UE. Puedes marcar objetivos de aumentar este porcentaje, especialmente en algunas categorías.
- Mantente muy al día a nivel normativo: legislación europea, subvenciones disponibles y acuerdos de comercio internacional.
El rol del comprador estratégico cobra importancia en la nueva Europa
¿Te has planteado si tu cadena de suministro podría superar una auditoría política? Ya no se trata solo de eficiencia o ahorro. Hoy, la capacidad para identificar riesgos geopolíticos, justificar el origen de cada componente y priorizar proveedores alineados con los objetivos europeos puede marcar la diferencia entre ganar o perder un proyecto.
La estrategia «Buy European» no parece que vaya a ser coyuntural en los tiempos que corren. Como responsable de Compras, no queda otra que entender las nuevas reglas del juego y, a ser posible, utilizarlas para jugar con ventaja.
Se avecinan tiempos de mayor liderazgo en compras y cadena de suministro en cuanto a anticipación a tendencias. Seguramente tú tampoco tengas una bola de cristal pero ¿estás listo para tomar ese rol estratégico en la nueva Europa?
* Fuentes: France 24, «Chinese firms exit Romania solar tender after EU probe», 13 mayo 2024; Concurrences, «The EU Commission investigates Chinese state-owned company in Bulgaria railway tender», marzo 2024.
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