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¿De qué forma un plan de optimización de costes disminuye el impacto de la COVID-19 en la industria agroalimentaria?

La industria agroalimentaria es uno de los sectores que más ha sufrido el impacto de la COVID-19 y, a día de hoy, los directores financieros de este sector están en la búsqueda de una solución que, no solo les permita minimizar el impacto de esta crisis, sino que además también les ayude a identificar posibles oportunidades de ahorro, así como cumplir o superar las expectativas de rentabilidad de la inversión y de crecimiento del negocio.

Son los propios ejecutivos del sector agroalimentario, el cual comprende una compleja cadena de producción que abarca desde la agricultura primaria hasta los diferentes sectores productores de alimentos y bebidas, quienes han considerado que un plan de optimización de costes les permitiría adaptar su producción, no solo a las expectativas de los consumidores, sino también ante los principales problemas que están enfrentando.

¿Por qué? Porque, más allá de la situación en la que se encuentran su sector en este momento, muchos de ellos aseguran que la crisis del coronavirus es una oportunidad perfecta para fortalecer toda la industria agroalimentaria, ya que les brinda la oportunidad de acelerar cualquier tipo de acciones que les devuelva el aumento de la eficiencia, así como la capacidad de soportar similares interrupciones futuras.

Entonces, ¿De qué forma un plan de optimización de costes puede resolver los principales problemas a los cuales se está enfrentando hoy en día la industria agroalimentaria tras el paso de la COVID-19?

Un plan de optimización de costes, diseñado para empresas del sector agroalimentario, es capaz disminuir el efecto de la caída en las ventas que se está produciendo debido a: 

  • La situación a medio plazo de crisis global y recesión por la que está atravesando la industria agroalimentaria, que incluye las altísimas tasas de desempleo, así como también mucho menos gasto y consumo en los hogares, por lo que, además de manejar todos estos cambios disruptivos, necesitan gestionarlos dentro de un entorno de restricción de gasto con unos precios acordes a la situación.
  • El cierre de fronteras y las limitaciones de tráfico de personas y productos, lo que favorece a los productos de proximidad y a las cadenas de producción cortas y locales, lo cual perjudica a las empresas agroalimentarias que son exportadoras.
  • El cierre parcial del canal Horeca, lo que supone una caída del turismo y, en consecuencia, de la hostelería, que es un sector que consume los grandes productos Premium, como las carnes de cordero o de vacuno más nobles, así como el cerdo ibérico, uno de los comestibles en cuyas ventas ha caído en un 90%. Ante este panorama, el desplome de este canal de ventas ha traído como consecuencia que deba compensarse con un incremento en el resto de opciones disponibles, o también con la reducción drástica de los costes para así mantener rentabilidad de la empresa.
  • Los problemas de transporte de las exportaciones de carne a China, que es una de las principales causas por las cuales se ha retrasado considerablemente la velocidad de las entregas. En la actualidad, los contenedores marítimos están bloqueados en los puertos y la disponibilidad para nuevas cargas es mínima. En este sentido, al no existir contenedores disponibles, con temperaturas adecuadas para la carne, trae como consecuencia un impacto en el cash flow de la empresa.

Pero a la caída de las ventas se le suma un incremento en los costes a nivel laboral. Esto influye directamente sobre la rentabilidad de las empresas del sector, porque se han elevado los costes de las materias primas y de los equipos de protección individual, así como también el coste de los envases y embalajes.

Un adecuado plan de optimización de costes para el sector agroalimentario es capaz de paliar todas y cada una de estas problemáticas, porque puede:

  • Solventar las caídas de las ventas,
  • Mejorar el EBITDA,
  • Mantener o aumentar la rentabilidad, y
  • Aumentar los márgenes de beneficios, que son aspectos fundamentales que se deben atender para lograr una ventaja competitiva frente a los principales competidores.

Con el servicio de optimización de costes de Avanti Lean, empresas del sector agroalimentario como Pasapesca, Aceites García de La Cruz, Legumbres Luengo, snacks Risi y aperitivos Grupo Apex, han conseguido importantes ahorros, especialmente en categorías de gastos indirectos sensibles que son importantes para la consolidación y crecimiento del negocio pese a atravesar por situación adversas como la generada por la COVID-19.

El plan de optimización de costes para la industria agroalimentaria que ofrece Avanti Lean está desarrollado por comprobadas metodologías de reducción sostenible de costes que asumen el seguimiento de pedidos, control de facturas, reclamaciones e incidencias, así como la adecuada gestión con indicadores que impulsan la toma de decisiones inteligentes y minimizan los riesgos.

Para cualquier asesoría en relación cómo resolver los problemas anteriormente detallados en empresas agroalimentarias sin perder la competitividad, puedes solicitar un estudio personalizado y un asesor experto en la optimización de costes se comunicará contigo en la mayor brevedad posible.

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